Así me recibió Londres © K. Ayerve

Hace un mes "cogí mis maletas y salì corriendo de aquí", llena de nervios, miedo, pero sobre todo, muchas ganas. Hoy, un mes después, la sensación de pertenecer a un limbo, por no decir a nada, prácticamente ha  desaparecido (¡yuhuu!) He podido comprobar por què Londres me encanta, por què me enamoró la primera vez que la visitè y por què tiene una magia especial inexplicable.

Para ser sincera no hay mucho què contar: agosto estuvo marcado por este gran cambio, y creo que con eso se quedó a gusto, así que espero que septiembre me tenga preparadas sorpresas muy buenas y tiene toda la pinta de que así serà, de lo contrario ya me encargo yo de que pasen.

Hoy celebro mi primer mes en Londres abriendo las primeras cartas con mi nombre y dirección (que aunque son del banco, cuentan), y con una averìa de tildes en el teclado de mi ordenador. 

He aquí un corto resumen de mi estancia:

Karen A.