Summer end... I

22:33

Uff!
Ya sé, ya sé...llevo mucho sin actualizar este blog resultado de una calurosa y reflexiva noche, allá por el mes de julio (cuando hacía escasas dos semanas acabábamos de estrenar el tan ansiado verano).
Mucho ha llovido desde entonces :)  La que hoy escribe estas líneas no es la que era antes, ¿por qué? ¡Este ha sido uno de las veranos más productivos de mi corta vida! Junio me estaba guardando una bellísima sorpresa que se reservó hasta casi entrado su hermano julio: ¡me llamaron para trabajar! -bueno, vale, son prácticas de mis estudios, no me pagan un duro, salvo por ese pequeño detalle, es un trabajo en toda regla- . Comencé a dar mis primeros pasitos en el complicado mundo laboral, y la verdad, hasta el momento, no me ha ido nada mal.
¡Lo mejor estaba aún por llegar! Después de un mes -julio- que de aburrido tuvo más bien poco, esperaba agosto como todas las ganas e ilusión que se pueden tener! ME IBA PARA ESTADOS UNIDOS :D Los Ángeles, para ser más puntuales. "¡Oh, Dios, este sería mi verano!" Pensé cuando compré el billete. ¿Quién me iba a decir a mi hace un par de meses que cruzaría el océano y no para ir a Ecuador, sino a Los Ángeles? Uno de mis sueños se había hecho realidad! y todo gracias a las populares becas que el Ministerio de Educación concede para estudiar idiomas en el extranjero.
Me enamoré de esta ciudad, de su gente, de su estilo de vida, de sus casas, de la más mínima tontería como ven...ja ja ja. Porque Madrid es más bonito que L. A., sí, pero L.A. tiene algo que te atrapa, te hipnotiza te hace desear quedarte ahí el máximo tiempo posible. Podría utilizar todos los adjetivos positivos que se me vengan a la cabeza para describirla, pero sería vanal, porque como a la comida que sólo la disfrutas cuando la pruebas, a L.A. le ocurre lo mismo: ¡TIENEN QUE VISITARLA! y vivirla! para sacar sus propias conclusiones. Desde luego, yo no puedo tener más que palabras bonitas para describir cómo me trataron.
Otra ciudad que me robó el corazón -lo raro sería que no- fue TIJUANA. Sí, por allá me volaron los pelos (frase acuñada por mi familia que se refiere al lugar en el que un día estuviste). Yo nunca he ocultado mi amor por la gente mexicana y toda su cultura...y no me defraudaron. Ya en L.A. pude darme cuenta de lo amables que son :) No olvidaré nunca las buenas formas que tuvieron siempre cuando me hablaban, sobre todo cuando les contaba de dónde venía.
Así que al llegar a la frontera entre San Diego y Tijuana -donde prácticamente sólo hay mexicanos- el primer sitio que visité fue en McDonald´s (¬¬ acaba de hacer un viaje de 3 horas y no había comido nada desde el desayuno). Allí me atendió un chico mexicano de lo más encantador que -como ya me había ocurrido en dos restaurantes en L.A.- me regaló un vaso enorme de coca-cola. Lo mejor, es la sonrisa que te regalan cuando te despides de ellos...simplemente ¡me encantan!
Podría hacer un post eterno de mi experiencia en L.A., y luego otro igual de Tijuana, porque aún me dejo muuuuuchas anécdotas y experiencias sin contar....no he dicho aún nada de las estupendas personas que conocí...y que volví a ver :)
to be continued....pues.

Os dejo con una canción que me recordará siempre mis paseos por Santa Mónica:


Hasta el siguiente post
Nina <3

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